Las exportaciones se redujeron 7% y las importaciones cayeron 1% en comparación con el 2020
Un informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), destaca que entre los hechos del mercado mundial bananero del 2021 se encuentran:
Las exportaciones mundiales de banano disminuyeron aproximadamente un 7% en términos de cantidad durante el 2021, la que la convierte en la primera interrupción significativa del acelerado crecimiento experimentado hasta 2019.
Los datos preliminares indican que las cantidades de exportación mundiales cayeron en alrededor de 1,5 millones de toneladas desde sus niveles de 2020, a aproximadamente 20 millones de toneladas en 2021.
En medio de las limitaciones derivadas de la continua pandemia de COVID-19, varios factores afectaron el comercio mundial de bananos tanto del lado de la oferta como del lado de la demanda.
Dificultades derivadas de costos sustancialmente más altos para insumos tales como fertilizantes y empaques materiales.
Escasez de contenedores refrigerados junto con aumentos sustanciales en los costos de transporte global.
Escasez de producción causada por condiciones climáticas adversas.
Preocupaciones en torno a la propagación de enfermedades de las plantas.
Limitaciones más estrictas sobre los niveles máximos de residuos en algunos mercados importantes.
Ligeramente menor demanda de importación en varios mercados de importación.
Estas dificultades ejercieron presión sobre los precios y los márgenes a lo largo de la cadena de valor y afectaron la capacidad de los productores y exportadores para suministrar bananos en cantidades adecuados y con los estándares de calidad esperados en los mercados de exportación.
En el desarrollo del informe, la FAO indica que el comercio mundial del banano en 2021 se vio afectado por varios factores del lado de la oferta y la demanda, que incluyó la continuación de la pandemia del COVID-19, variaciones adversas del clima, preocupación por la propagación de enfermedades que atacan a la planta del banano, regulaciones más estrictas sobre los límites máximos de residuos en mercados como la Unión Europea a lo que se añadió una ligera disminución de la demanda en mercados como Estados Unidos. Con ello, los embarques mundiales de banano cayeron en 1,5 millones de toneladas en 2021. Además, la necesidad de ampliar las normas de medidas sanitarias y distanciamiento físico para proteger a los trabajadores del COVID-19, continuó causando costos adicionales a los productores y operadores a lo largo de la cadena de suministro. A todo esto, se añadió las graves dificultades derivadas de los costos sustancialmente más altos de insumos como fertilizantes, cuyos precios aumentaron entre un 30 y 45%, así como los materiales de embalaje vitales (cartón plástico) para las operaciones de la industria.
La escasez de contenedores fue otro factor que afectó negativamente al comercio mundial de bananos durante la mayor parte del año junto con aumentos sustanciales en los costos de transporte que planteó obstáculos adicionales al crecimiento de las exportaciones y la reducción de los márgenes a lo largo de la cadena de valor. El informe recuerda que siete países productores firmaron un Acuerdo Regional para la Responsabilidad Compartida en octubre de 2021, con el objetivo de instar a los minoristas importadores de la Unión Europea, Reino Unido y Estados Unidos de América incrementar el precio que se paga a los productores y exportadores para compensar el aumento del costo de los insumos y fortalecer la sostenibilidad de la industria bananera. Este hecho tuvo su resultado positivo cuando los mercados estadounidenses acordaron aumentar el precio y se espera que otros importadores hagan lo mismo.
Otro factor de preocupación durante el 2021, según el informe de la FAO, fue la imposición de nuevos límites máximos de residuos por parte de los países importadores, lo que condujo a una mayor tasa de rechazo de las exportaciones por no cumplir con los nuevos requisitos a lo que se sumó la aparición del Fusaryum R4T en Perú en abril de 2021. Estos numerosos hechos que se dieron de manera simultánea durante el 2021 impidieron significativamente la capacidad de los productores para seguir siendo operativos y afectaron especialmente a los pequeños agricultores. Esto hizo que los envíos de banano desde América Latina también se vieron afectados.
Pero a pesar de esta coyuntura negativa del mercado de banano convencional, la situación fue diferente con el banano orgánico que tuvo una gran demanda durante todo el año entre los consumidores de los principales mercados internacionales, especialmente en la Unión Europea y los Estados Unidos de América, que mostraron una mayor propensión a gastar en productos orgánicos. Las reducciones continuas en el precio promedio unitario del banano orgánico incidieron que el precio de esta clase se redujo en un 20% en los últimos años.
LA EXPORTACIÓN MUNDIAL DE BANANO
Las estimaciones preliminares indican que las exportaciones mundiales de banano experimentaron una caída de 7% en el 2021. Por lo tanto, el volumen total de exportación cayó de 21,5 millones de toneladas en 2020 a aproximadamente 20 millones de toneladas en 2021, donde la mayoría de los proveedores redujeron sus envíos. La falta de insumos como los fertilizantes afectaron la capacidad de los productores de suministrar banano en cantidades adecuadas y en los estándares de calidad esperados en los mercados de exportación en toda la región, mientras que la escasez de contenedores refrigerados para el transporte y costos de envío más altos que impidió la capacidad de estos para abastecer al mercado mundial. Por lo tanto, la exportación de América Latina y el Caribe (ALC), la principal región productora y abastecedora, disminuyó un 2% promedio en 2021, a un total de aproximadamente 16 millones de toneladas, 400.000 toneladas menos que su nivel de 2020.
El informe reconoce que la industria bananera en el Ecuador se vio afectada por mayores gastos derivados de la necesidad de mantener estrictas medidas de mitigación del Fusaryum que apareció en Colombia y Perú. A esto se añade costos adicionales para impedir la introducción de drogas en los embarques de la fruta. Es así, que si bien en el 2021, los embarques a los EE.UU. aumentaron producto de la situación coyuntural de Guatemala y Honduras, en los anteriores años, estos disminuían progresivamente.
El segundo abastecedor de la región, Costa Rica, tercer exportador a la Unión Europea, se mantuvo relativamente estable en el 2021, con una exportación de 2,3 millones de toneladas. Este país durante el 2020 vio una rápida expansión de sus exportaciones de banano después de haber soportado condiciones climáticas adversas, pero en el 2021 enfrentó dificultades derivadas del incremento del precio de los insumos, transporte y mantener las medidas de mitigación frente al Fusaryum, que con la caída de los precios en la zona euro, los márgenes de rentabilidad se redujeron.
El tercer proveedor de la región, Guatemala, tuvo una caída de 5% en el 2021, a unos 2,3 millones de toneladas afectadas por la escasez de producción causados por los huracanes Eta e Iota consecutivos que pasaron por Centroamérica en noviembre de 2020. Las secuelas de estos huracanes que habían causado graves inundaciones, deslizamientos de tierra y daños en varios países de la región, también causó una interrupción sustancial en el suministro de banano por parte de Honduras, que cayó aproximadamente un 32%, a 290 mil toneladas. La presencia de los huracanes afectó 200 mil hectáreas equivalentes al 40% de las plantas.
Las adversidades climáticas también golpearon al sector bananero mexicano. Los daños causados por los huracanes y las graves inundaciones en áreas críticas de producción en el sur de México, causados por el huracán Dolores en junio de 2021 y Nora en agosto de 2021, hicieron que los envíos de México caigan 3%, esto es, a 530 mil toneladas. La característica principal de la producción mexicana es que durante el 2021 se constituyó en el segundo proveedor de banano orgánico en el mercado de los Estados Unidos de América.
Colombia, el cuarto proveedor de la Región se situó con una producción aproximada de 2,1 millones de toneladas, un crecimiento del 3% en el 2021. Su plan de mitigación contra el Fusaryum y del COVID-19 tuvieron buenos resultados, ya que pudo mantener constantes las cantidades de exportación.
En la zona del Caribe, las exportaciones crecieron a un ritmo rápido durante el año pasado, llegando a 600 mil toneladas, un aumento del 40% en comparación al 2020. En eso, la República Dominicana tuvo un buen desempeño en la producción bananera representando el 95% del total exportado por esta región. Después de una serie de huracanes que afectaron la producción bananera de este país entre el 2017 y 2019, República Dominicana invirtió fuertemente en la recuperación de áreas de cultivo y capacidad productiva que empezaron a dar los primeros resultados positivos en el 2020. Esta fruta es una fuente importante de ingresos para este país, con aproximadamente 500 mil productores que se dedican a la producción de musáceas. Este país es uno de los principales países productores y exportadores de banano orgánico. Hasta finales de julio del año pasado, se reflejaba que año tras año se dupliquen el valor de las adquisiciones de la Unión Europea, sobre todo de Holanda, un importante centro de redistribución. Los envíos de banano dominicano llegaron a 590 mil toneladas en 2021, esto es, un aumento del 40%.
En lo tocante a la producción de la Unión Europea, esta aumentó a más de 649 mil toneladas en el 2021, un crecimiento aproximado de 9% en relación con el 2020. El 90% de la producción de banano en esta región se da en las islas de España y Francia. La producción española aumentó un cinco por ciento mientras que en Francia fue del 20%. El valor medio unitario de la tonelada de banano producido en Francia fue de 610 euros que pudo competir con el precio del banano importado desde el Ecuador que se fijó en 593 euros por tonelada. El producido en España fue 890 euros por tonelada.
En contraposición a esto, las exportaciones de la región asiática sufrieron un descenso del 25% en el 2021, esto es, 3,3 millones de toneladas. Esta caída está marcada por las dificultades relacionadas con el COVID-19 y el impacto del Fusaryum en el 2020. El 90% de las exportaciones de esta región tienen su origen en Filipinas, el segundo exportador mundial de banano. La producción de este país siguió siendo afectada, no solamente por la presencia del Fysaryum en más áreas de producción y del COVID, sino por los daños causados por los huracanes y los altos costos de los insumos. Esto puede tener un efecto particularmente perjudicial entre los productores pequeños y además el esfuerzo en adquirir los insumos agrícolas para satisfacer los requisitos de calidad de los mercados de exportación. La exportación filipina de banano disminuyó el 34% durante el 2021, esto es, a 2,5 millones de toneladas.
Las exportaciones de África registraron una expansión aproximada de 8% en 2021 presentando una fuerte recuperación frente a la disminución de 22% registrada en el 2020. El principal proveedor fue Costa de Marfil, experimentó un crecimiento estimado del 5% en el 2021, 340 mil toneladas, que tuvieron como destino principal Francia (entre el 50% y 60%), y hasta noviembre del 2021, se registró un crecimiento de 40% de los envíos de banano desde Costa de Marfil hasta el Reino Unido. Camerún, el segundo proveedor de África registró también mayores envíos al Reino Unido, que adquirió casi un 30% más de bananos desde este país. Se estima que la exportación total de Camerún llegó a 190 mil toneladas, un aumento de 4% en el 2021.
IMPORTACIONES MUNDIALES
Las primeras estimaciones indican que la importación neta mundial de banano alcanzó 19,1 millones de toneladas, una disminución de 1% en el 2021, esto es, 200 mil toneladas menos con respecto al 2020. Esto contrata con la rápida expansión de las importaciones en tiempos previos a la pandemia del COVID-19, pero con ella se evidenciaron tensiones a nivel mundial en la cadena de suministro, así como el estancamiento o la disminución de la demanda en varios mercados de importación. El informe de la FAO señala que, si bien las adquisiciones por parte de los dos principales importadores: Unión Europea y Estados Unidos de América, se mantuvo relativamente estable, la importación cayó en otros mercados claves: Rusia, Reino Unido y Canadá, que en conjunto representan el 15% de la importación mundial. Por otra parte, la importación de mercados bananeros emergentes disminuyó con caídas marcadas en Arabia Saudita, Turquía, Irán e Irak. Caso contrario a lo sucedido con las compras de China y Japón que se expandieron.
La importación neta de la Unión Europea (excluido Reino Unido) permaneció estable durante el 2021 en un estimado de 5,2 millones de toneladas, por lo que las cantidades de importación se mantuvieron en un nivel muy alto en términos absolutos por la continuidad de la pandemia y por ende, una mayor preferencia del consumidor de esa zona por mantener una alimentación saludable, esto es aumentar la ingesta de frutas y verduras frescas que se vio fortalecido por la decisión de los gobiernos mantener el confinamiento y las restricciones de movilidad, añadiéndose una mayor demanda significativa de banano orgánico. Un ejemplo de esto fue el crecimiento de consumo de este tipo de banano de 24% en Alemania y de 23% en Holanda entre enero y agosto de 2021 proveniente de República Dominicana. Sin embargo, a pesar de este aspecto positivo, versiones de importadores europeos señalan dificultades derivadas de los mayores costos a lo largo de las cadenas de suministro globales y la depreciación de euro frente al dólar estadounidense, lo que hizo que el precio por tonelada en el 2021 fue USD924, un 3% más que en el 2020.
En el norte del continente americano, las importaciones netas del mercado estadounidense se mantuvieron sin mayores cambios, 4,1 millones de toneladas en el 2021. En ese año, la llegada de banano fue afectado negativamente por la caída en la producción de Guatemala, su proveedor número uno y lo mismo sucedió con Honduras, lo que significó una reducción anual de 230 mil toneladas entre los dos países. Para mantener el abastecimiento, los importadores aumentaron las compras de Costa Rica, Ecuador, México y Colombia. En relación con el precio, durante el 2021 se mantuvo en un promedio de USD1.210 por tonelada, un 20% más alto que su promedio de diez años. Así mismo, el precio al por mayor y al por menor en este mercado mostraron una ligera tendencia al alza a lo largo del año, respectivamente, promediando un 5% y un 3% respectivamente más alto que en el 2020.
En cambio, la llegada de banano a China creció 7% en el 2021. 1,9 millones de toneladas fue el volumen importado con lo que este país se posiciona como el tercer mercado de importación mundial equivalente al 10% del total. Esta expansión se dio a una amplia demanda interna, ya que su economía fue menos afectada por la pandemia del COVID-19 experimentando una recuperación de la desaceleración observada en 2020. Normalmente, entre el 50% y el 70% del banano que llega a China procede desde Filipinas, pero en el 2021 esto se redujo al 43% debido a las dificultades de producción que tiene Filipinas, debido a que los pequeños productores de este último país no pudieron cumplir con las expectativas de calidad exigidas por los importadores chinos. Para compensar esta deficiencia, China aumentó considerablemente las compras a Vietnam y Camboya donde se ha visto un aumento de las plantaciones de banano de propiedad china. En total, la compra de banano por parte de China a estos dos países fue de aproximadamente 600 mil toneladas entre enero y octubre de 2021.
Rusia disminuyó sus compras de banano durante el 2020 cayó un 5% en comparación con el 2020. El volumen importado fue de 1,4 millones de toneladas. El proveedor exclusivo en este mercado es el Ecuador. La disminución de la llegada de la fruta se origina a la relativa debilidad del rublo ruso frente al dólar estadounidense y las dificultades de abastecimiento experimentadas en el Ecuador supusieron un obstáculo adicional para mayores importaciones.
El mercado de banano de Japón creció aproximadamente un 4% en el 2021 a 1,1 millones de toneladas debido a una mayor demanda de consumo de frutas nutritivas en medio del COVID-19 que impuso un prolongado estado de emergencia y el confinamiento en los hogares. Japón obtiene entre el 80 y 85% de la provisión de banano desde Filipinas, principalmente de grandes plantaciones que totalizaron 711 mil toneladas. Las importaciones de Ecuador, México y Guatemala ascendieron en conjunto unas 200 mil toneladas durante este período.
NOTA: Artículo publicado en BANANOTAS
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